Cuando
planeaba este viaje, durante los seis meses previos, ignoraba por completo como
podría ser Londres, Inglaterra, más allá del Big Ben o el Palacio de Bookinham,
la patética historia de Lady Di y los populares Beatles.
Tenia mucha curiosidad por saber como sucedía el amanecer. Salimos de El Paso, a las 12:10, transbordamos en Los Angeles a las 15:00 horas y abordamos el avión a Londres en Minneapolis. Minneapolis es una ciudad que desde el avión se ve perfectamente planeada. Conocí esta ciudad en Abril cuando asistí a la AWP Conference and Bookfair. Tiene la mejor comida de la India que he probado. Las especias y el picor son muy parecidos a México. En fin, casi pierdo el avión al dejarme seducir por una bar en donde pides tu copa y aperitivos a través de la tableta. El mesero con bigotes delgados y enrollados y un sombrero de bombín me entretuvo unos minutos mientras tomaba un delicioso Cabernet. Mi compañera de viaje, Vanessa llegó a apurarme, el avión estaba a punto de salir. Corrí, recojo mis cosas y me subí al avión con ansia por ver el amanecer. No tenía idea de ver cómo sucedería. Me sentía como una niña cuando abre su regalo de cumpleaños, que ansía saber que hay dentro. Tomé el lugar de la ventanilla, me tocó como compañero un joven caballero inglés que me ofreció una pastilla de menta. Cené y con la ventana abierta esperé el amanecer. Dos horas después de mi larga espera, el sol iluminó la ventana del avión a las 00:20, casi inmediatamente después de pasar el territorio canadiense. Fue impresionante que en cuestión de minutos la noche se hizo luz. Visualizar el pasado deja una estela de azul grisáceo y borroso cuyos tonos se pierden en una especie de puerta dimensional.
Tengo particular obsesión por ver cómo se ve el mundo desde la altura de la ventanilla del avión. El mar luce como una gota de agua gigante e inmóvil.
El primer país europeo en aparecer fue Irlanda, Joyce me vino a la mente. Lo estuve leyendo durante el viaje.
El primer país europeo en aparecer fue Irlanda, Joyce me vino a la mente. Lo estuve leyendo durante el viaje.
La
primera impresión al observar las ciudades desde la ventana del avión fue lo
accidentado de la planeación urbana, cuyas formas irregulares varían, supongo,
según la antigua necesidad de apoderarse de la tierra. Después me atrapó la
presencia del gran río Támes que atraviesa el pequeño país.
La
arquitectura de Londres proyecta variados estilos que conviven entre ellos de
forma armónica, tales como los medievales, pre renacentistas, góticos y un poco
de formas de la escuela Bauhaus. Estos se
extienden a lo ancho y despuntan hacia la altura de forma elegante y armónica. Algunos
son de mármol, otros de ladrillo o de concreto. La naturalidad del material con
que están construidas, destila un aire diferente al falso y frágil edificio
construido de roca tabla y fibra de vidrio en las huecas paredes en edificios
estadounidenses.
Otro
aspecto es que aunque el ambiente es principalmente turístico, tiene un aire de
tranquilidad en donde me siento como si estuviera en casa, contrario al
ambiente falso, estresante y competitivo que se vive en Estados Unidos.
Inglaterra me recuerda mucho México, aunque difiere en su organización, y la
comida que he comido hasta ahora, que es un poco insípida, me siento tranquila
aquí, es una ciudad en donde podría vivir. Los niños uniformados caminan por
las calles con naturalidad y sonrisas sinceras. Durante la caminata los gritos
de los infantes histéricos de felicidad se escapan de los patios escolares. Es
una ciudad donde puedes prescindir de lo material, exceso de ropa, automóviles
nuevos o comidas extravagantes. Londres es la sobriedad de la elegancia.
El primer día, fuimos recibidos con una cena en el bar y restauran El Elguin, donde nos sirvieron el platillo típico: Fish and Chips (pescado y papas fritas) Me supo a gloria después de la comida empaquetada del avión.
Realmente
no es una ciudad cara, tengo la impresión de que lo que hace que se piense que
es muy cara es el tipo de cambio, en realidad, si pensamos en libras, no es tan
cara, el costo de las cosas es normal y si aprendiéramos a vivir con lo que
necesitamos solamente, viviríamos más tranquilos. Como en todas grandes las
ciudades del mundo, se respira el aroma del humo de los coches mezclado con el
azúcar de las crepas y el café. Aunque la comida local no es de sabores muy
condimentados a como estamos acostumbrados en México o en la India, tiene
restaurantes de todo el mundo, en donde podemos satisfacer nuestras necesidades
culinarias.
Londres es una ciudad en donde la creatividad aflora en cada rincón. Esta foto fue tomada en el servicio de tren subterráneo. Lo interesante no son los dos jóvenes, sino las imágenes deformes de los pasajeros que no se ven en la foto y que están reflejadas desde la obscuridad del cristal de la ventana. Aunque es muy rápido trasladarse de un lugar a otro es muy entretenido observar lo que hay detrás de la cotidianidad.Los negocios de regalillos aparecen por donde quiera y son como en cualquier parte del mundo sólo que acá uno paga en libras.
Desde cualquier punto de vista se pueden apreciar los edificios de variados estilos arquitectónicos. Como en este caso, detrás de la estación Victoria, de tren subterráneo, vemos el arco romano, y la preocupación por el tiempo en el centro de una figura triangular, que generalmente se usa para representar a la santísima trinidad, padre, hijo y espíritu santo.
En Brighton beach hay referencias a la reina Victoria c como esta pintura sobre el centro de una pared en un pilar localizado en una glorieta.
Aqui en Brighton tambien me llama la atención este restaurant, que promueve burritos originales de California, que yo sepa el burrito es originario de Ciudad Juárez, localizada en el estado de Chihuahua.
Brighton Beach.
Brighton Beach, ante de subirnos a la cápsula para ver la ciudad desde las alturas. Aquí parte del grupo de universitarios acompañados por el doctor Ruiter y su nena
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El display anunciando Los Miserabes. |
Los Miserables de Víctor Hugo, es una impresionante obra que se presenta en el teatro Queens desde hace muchos años. Es representada con un escenario circular que presenta a través de ingeniosas maniobras de movimiento, diferentes puntos de vista de los actos. Excelente vestuario, actuaciones y maquillaje hacen de esta atracción un espectáculo obligatorio para todos los amantes del teatro.
La iglesia St. Michaels, donde dio inicio el drama de la princesa Diana, quien se convertiría en un ícono para el pueblo inglés a finales de los 90 después de su muerte en un accidente automovilístico.
Vista desde el puente frente al Shakespeare Globe, teatro en cuyas instalaciones se presentan las obras de este aclamado autor inglés, cuyas instalaciones permiten interpretar las obras como las pensara originalmente el autor.
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